Dogmas en las mujeres

Dogmas en las mujeres

Por Shakuntala

“Las mujeres, al igual que los hombres, pasaban sus días en el regazo de la naturaleza, cantando, bailando, riendo y jugando”. 1

Esa era la condición de los seres humanos cuando aún no se había establecido alguna sociedad como tal; tanto hombres como mujeres disfrutaban de los mismos derechos.

En la Prehistoria, durante varios miles de años, los núcleos de población se establecieron principalmente en torno a las madres 2, las mujeres desempeñaban un rol principal en la economía, regían la estructura social y ejercían el poder. Cuando las sociedades eran puramente matriarcales, las mujeres disfrutan de completa libertad y respeto. La matriarca sería una distinguida mujer. Los miembros del clan se presentaban usando su nombre. Los hombres y mujeres actuaban de acuerdo a los dictados del clan matriarca 3.

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En la actualidad, por el cual contrario, en las sociedades occidentales (y en la mayoría de las sociedades del mundo) la organización política, económica, religiosa y social es patriarcal, este sistema se basa en la autoridad y el liderazgo de los varones sobre el resto 4. Las mujeres pasaron a ser tratadas como mercancías y dependientes de los hombres.

¿Cómo es que las mujeres permitieron la supremacía masculina?

El proceso fue paulatino e influyeron diversos factores. Los hombres tomaron ventaja de las diferencias físicas que existen entre sus cuerpos y el de las mujeres. En un principio, la preponderancia masculina fue establecida porque ellos eran físicamente más fuertes. La estructura organizacional de las sociedades dejó de ser matriarcal y se estableció el patriarcado; así, poco a poco comenzaron a restringir los derechos de éstas.

“El patriarcado es una sociedad basada en el miedo, donde las reglas sólo las dicta el hombre. Por lo tanto no es equilibrada” Russell Means. 5

Posteriormente cuando en las sociedades el intelecto cobra mayor importancia que la fuerza física, los hombres intelectuales sin principios, que tenían el poder, tuvieron que buscar otras formas de mantener su status quo. Crearon argumentos dogmáticos para legitimar sus reglas y mantener la explotación de la población, principalmente de las mujeres. Al ser conscientes de que sus argumentos no estaban basados en la lógica, no los propagaron  bajo su propio nombre, sino que utilizaron el nombre de Dios 6. Con el fin de paralizar a las mujeres en todos los aspectos “inventaron numerosos mandamientos ‘divinos’ junto con numerosos mandamientos ‘espirituales’, principios paralógicos e historias imaginarias de pecado y virtud” 7,  a través de los cuáles dictaban las actividades  que debían realizar ellas, cuáles eran las buenas cualidades femeninas, como debían vivir sus cuerpos…

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Sin independencia económica, con el temor a ser juzgadas por la sociedad y amenazadas con ir al infierno, cada vez se volvieron más dependientes de los hombres, al grado de percibir las injusticias como algo natural, como por ejemplo, el que un hombre tenga cinco esposas no parece tan aberrante como el hecho de que una mujer tenga cinco esposos. La reiteración de estás malas prácticas en el tiempo implantaron un complejo de inferioridad y desesperación en las mentes de las mujeres. Actualmente, tanto hombres como mujeres se encargan de continuar reproduciendo las creencias y prácticas dogmáticas.

“Para hablar con toda franqueza, estoy siempre más convencida de que las religiones no son amigas de las mujeres”.

Emma Bonino 8

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La diversidad es la característica fundamental de la naturaleza, incluso dos entidades de la misma especie no son idénticas.  De la misma manera en la especie humana existen diferencias de género.  Las mujeres tienden a ser físicamente más débiles y sus cerebros más pequeños en comparación con los hombres.9  Esto no significa que posean menos capacidad intelectual. Igualmente, existen diferencias en las glándulas y sub-glándulas inferiores que son controladas por los cakras ájiná y sahasrára 10, sin embargo, no significa que su valor no es menor que el de éstos. Hombre y mujeres son simplemente diferentes, a pesar de ser seres humanos.

Para Parama Purus’a (la Conciencia Suprema/Dios), todos los hombres son sus hijos y todas las mujeres sus hijas, ¿por qué debería fomentar alguna diferencia? La lógica nos dice que El no puede hacer distinciones o discriminar entre sus hijos y sus hijas, ambos son sus amados niños.

Siŕii náŕu khábe shudhu khoka kole base,
Ár khuku tomár ela bujhi váner jale bhese’! 10

[¿Vas a sentar a tu hijo en su regazo y darle de comer dulces, y considerar a tu hija sólo como una carga?]

Para acabar con los dogmas sexistas debemos transcender el pensamiento dicotómico que nos fragmenta, y percibir La Realidad tal como es, como una totalidad inquebrantable.

“La sociedad humana es una e indivisible, no trates de dividirla. Cada individuo debe ser mirado como una manifestación de la Entidad Cósmica”

(Shri Shri Anandamurti)

  1. Sarkar, P. (1986). From matriarchy to patriarchy. Excerpt A. The awakening of Women [a compilation].
  2. Hayes; 1998 en Martin-Cano, F. (2000). Del matriarcado al patriarcado. Omnia. Merisa. España, septiembre, N° 78. Barcelona. http:/mujerpalabra.net/pensamiento/franciscamartincanoabreu/matriarcado
  1. Sarkar, P. (1988). From matriarchy to patriarchy. Excerpt B. The awakening of women.
  2. Fontela, M. (2008). ¿Qué es el patriarcado? Mujeres en Red. Editorial Biblios. Recuperado de http://www.mujeres en red.net/IMG/article_PDF/article_a1396.pdf
  3. (2014).Mujer y antropología: citas e índice de entradas. Una antropóloga en la luna.
  4. Sarkar, P. (1986). From matriarchy to patriarchy. Extracto A. The awakening of women.
  5. Sarkar, P. (1967). Women the wageless salves of the vipras. The awakening of women.
  6. Bonino, E. (2005). De la mujer y la religión. Mujeres en Red. http://www.mujeresenred.net/spip.php?article345
  7. Sarkar, P. (1959). Social justice for women. The awekening of women.
  8. Sarkar, P. (1988).Equality in the psycho-espiritual sphere. The awakening of women

Sarkar, P. (1978). Can women attain salvation?. Ananda Vacanámritam Part 3.

Fuentes, A. (2012). Sin género de dudas: mitos sobre los sexos. Una antropóloga en la luna. Recuperado de http://unaantropologaenlaluna.blogspot.com.es/2012/07/sin-genero-de-dudas-mitos-sobre-los.html?m=1